El café… Esa bebida oscura y misteriosa que ha mantenido despiertos y activos a millones de hombres y mujeres de todo el mundo desde hace siglos.

Todos tenemos nuestras marcas y variedades favoritas, pero ¿alguna vez te has preguntado cuál es el mejor café del mundo? Sí, ese que es una delicatesen y que la gente llega a dejarse un ojo de la cara y parte del otro por saborearlo…

Pues lee atentamente porque lo mismo te llevas una sorpresa. Y de las gordas…

Y al final, te hago un resumen de las procedencias y variedades de cafés con más renombre internacional.

El café de la civeta

Parece el nombre de un bistrot bohemio, pero no. El considerado mejor café del mundo es el café de civeta, también conocido como Kopi Luwak.

Esta exquisitez, que proviene de Indonesia, es famoso no solo por su precio astronómico (sí, hasta 94€ los 100grs sin moler), sino también por su… llamémoslo “proceso de fermentación especial”.

Y con “especial” me refiero a que pasa por el sistema digestivo de la civeta, un pequeño y goloso mamífero al que le gusta ponerse morado de frutos maduros de café, para luego excretar los granos medio digeridos.

Sí, has leído bien… La civeta se come los granos de café y luego los expulsa con la caca. Así que la siguiente vez que pienses que tu café es una mierda, igual…

Ahora en serio. Se dice que el proceso digestivo de la civeta añade un toque único al café, haciéndolo extremadamente suave y menos ácido.

Personalmente no lo he probado, (de momento), pero lo que está claro es que hay mucha controversia alrededor de esta peculiar variedad de café, ya que lo que para algunos es el café más fino y exquisito del mundo, para otros es simplemente un producto sobrevalorado por su rareza más que por su calidad.

Además, hay algunas cuestiones éticas en juego, ya que la demanda ha llevado a que algunos productores mantengan a las civetas en cautiverio y les obliguen a ingerir mucha más cantidad de granos de los que comerían en libertad.

Otros de los mejores cafés del mundo: la liga de las estrellas cafeteras

Si eres un yonqui del buen café, pero no te da para tanto el bolsillo o la idea de tomar un café salido de los intestinos de un animal no te vuelve loco, seguramente te interesa lo que viene ahora.

No es ni más ni menos que una selección de los países donde se cultivan las mejores variedades de café del mundo.

Muchas no tienen nada que envidiarle al café de civeta, con el extra de que por precio están al alcance de la mayoría de los mortales.

Etiopía: la cuna del café

Si el café tuviera un Edén, ese lugar estaría en Etiopía. Aquí, encontrarás granos que han sido cuidadosamente cultivados en elevaciones que pueden hacerte sentir como si estuvieras degustando una taza en el techo del mundo.

Los cafés etíopes como Sidamo y Yirgacheffe ofrecen notas afrutadas y florales. ¿Nunca has probado un café con un toque a fresa silvestre? ¿Te atrae la idea? Pues ya sabes por donde buscar.

Jamaica: un oasis de sabor

Mueve los pies al ritmo del reggae y disfruta de una taza del famoso Blue Mountain. Este café es conocido por su dulzor suave y delicado y su ausencia de amargura. Cultivado en las Montañas Azules de Jamaica, este café podría hacer que Bob Marley escribiera una canción sobre él (si pudiera).

Colombia: sabor de pasión

El café colombiano es el George Clooney de los cafés: suave, sofisticado y siempre confiable. Las plantaciones de café de Colombia están regadas por lluvias regulares, y bañadas en abundante sol, lo que produce un grano con notas de caramelo, nueces y, a veces, de chocolate. Es un café que te hace querer bailar bachata, incluso si no sabes cómo.

Kenia: el atleta olímpico del café

Los cafés de Kenia son famosos por su acidez brillante y sus notas de frutas cítricas y bayas. No son para los débiles de corazón o para aquellos que prefieren su café tan suave como un abrazo de oso. Los cafés kenianos son audaces y vivaces, como un maratón en tu paladar.

Entonces, ¿qué café es el mejor del mundo? Bueno, es complicado. Si buscas un café que haga que tus papilas gustativas sientan que han entrado en la alfombra roja, puedes intentar derrochar en una taza de Kopi Luwak. Pero si prefieres algo que combine calidad, ética y sabor, los cafés de Etiopía, Jamaica, Colombia o Kenia son dignos competidores.

En resumen, encontrar “el mejor café” es una odisea personal. Cada grano tiene su propia historia, personalidad y, sí, incluso un poco de drama. Así que, mientras continuamos nuestra búsqueda incesante del café perfecto, recordemos que, a veces, el mejor café es simplemente aquel que te hace más feliz. 

Y bueno, si no estás de humor para viajes de sabor internacional, siempre puedes volver al café instantáneo. Una apuesta segura pero más insípida y menos divertida. 

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Leo R.

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