¿Quién dijo que el día a día en la cocina era un camino de rosas?
Que si al freír te salta el aceite, esa montaña de patatas que tienes que pelar y no sabes por dónde empezar, el bote de legumbres que no hay manera de abrir…
En fin, cuando no tienes experiencia todo parece un mundo…
Y seamos sinceros, no estamos para perder tiempo y dinero en inventos raros de la teletienda que, como pasa siempre con estas cosas, acaba tirado en un cajón.
Para que no gastes dinero en cacharros inútiles, hoy te traigo 10 trucos de cocina de los que molan: son GRATIS, fáciles y eficaces, para solucionar algunos de los problemas más comunes que enfrentamos cuando cruzamos la puerta de nuestra cocina.
Novat@s… ¡Tomad nota!
- 10 trucos de cocina sencillos que te harán la vida más fácil
- Despídete de ese medio limón pocho que vive en tu nevera
- Esa mantequilla que parece hormigón
- Una tortura china llamada “pelar patatas”
- ¿Qué tienen en común un huevo duro y una coctelera?
- ¿Cuál es el fresco?
- Los tomatitos cherry: tan cuquis y tan j*didos de cortar
- Freír y no quemarse, esa es la cuestión
- Ábrete Sésamo
- Ya está abierto el bote, ¿y ahora qué?
- Descongelación express
- 10 trucos de cocina sencillos que te harán la vida más fácil
- Despídete de ese medio limón pocho que vive en tu nevera
- Esa mantequilla que parece hormigón
- Una tortura china llamada “pelar patatas”
- ¿Qué tienen en común un huevo duro y una coctelera?
- ¿Cuál es el fresco?
- Los tomatitos cherry: tan cuquis y tan j*didos de cortar
- Freír y no quemarse, esa es la cuestión
- Ábrete Sésamo
- Ya está abierto el bote, ¿y ahora qué?
- Descongelación express
10 trucos de cocina sencillos que te harán la vida más fácil
Vas a ver que todos son trucos sencillos pero efectivos que solucionan problemas cotidianos que a todos nos van a surgir en algún momento.
Despídete de ese medio limón pocho que vive en tu nevera

Lo típico… Necesitas un chorrito de limón para echarle a los calamares. Lo cortas, exprimes una mitad… Y ¿qué haces con la otra? Pues a la nevera, que no estamos para tirar.
Y así pasan los días y esa pobre mitad de limón se queda olvidada… Hasta que cuando por fin llega el día que la necesitas, te encuentras con que está más seco que la mojama y va directo a la basura.
La solución: ¿envolverlo en papel de aluminio? ¿Comprar una de esas extrañas tapas para mitades de frutas que venden en AliExpress?
¡Qué va! Es mucho más fácil:
- Coge el limón entero.
- Hazlo rodar sobre una superficie plana presionándolo un poco.
- Con un pincho para brochetas, hazle un agujerito en un extremo.
- Exprímelo y observa con asombro cómo sale el jugo.
De esta forma puedes usar la cantidad de jugo que necesites y guardar el limón entero en la nevera sin que se te estropee.
Esa mantequilla que parece hormigón
Te levantas por la mañana y te vas a preparar el desayuno. Tienes ya listas tus tostadas al punto perfecto, sacas la mantequilla de la nevera y… Está tan dura que te haría falta martillo y cincel para poder coger un trozo.

No te preocupes, no hace falta que te levantes a las 5 de la mañana a sacar la mantequilla de la nevera. Tampoco tienes que meterla en el microondas y que se convierta en sopa de mantequilla.
Nada de eso, mira:
- Coges un rallador de queso.
- Rallas la mantequilla como si fuera queso.
- Untas en tu tostada la cantidad que necesites de mantequilla rallada.
Verás que tendrá la textura perfecta para untarla sin esfuerzo y disfrutarás de unas tostadas deliciosas en cero coma.
Una tortura china llamada “pelar patatas”
Digamos que pelar patatas no es la tarea más grata del mundo… Y sí, las puedes comprar de bolsa, peeeero ¿Son igual de saludables? Pues eso.
Encima si tienes niños te puedes pasar medio día pela que te pela.
No, no es plan…
¿Hay manera de evitarlo? Mira otra vez:

- Haz un corte circular en el centro de las patatas, como si quisieras cortarlas por la mitad, pero de manera muy superficial.
- Ponlas a hervir con su piel.
- Cuando estén cocidas, las escurres y esperas que se enfríen.
- Una vez frías solo tienes que tirar de los extremos y la piel se va a desprender solita.
No solo te van a quedar unas patatas perfectamente peladas sino que al haberlas cocido con su piel, tendrán mucho más sabor.
¿Qué tienen en común un huevo duro y una coctelera?
Confiésalo, a ti también te ha pasado: cuando pelas huevos duros media clara se queda en la cáscara.
Pues vamos a hacer que eso te deje de pasar:
- Introduce el huevo duro en un frasco de vidrio (de los de las legumbres).
- Cúbrelo con agua fría.
- Tapa el frasco.
- Agítalo como si fuera una coctelera (y también como si no hubiera un mañana).
- Verás que la cáscara se ha roto y es muy fácil retirarla sin llevarte medio huevo por el camino.
Fácil, rápido y encima refinas tu técnica para hacer cócteles 😉
¿Cuál es el fresco?

Coger una intoxicación por comer huevo en mal estado, no es algo muy divertido que digamos.
Pero ¿cómo saber si un huevo está fresco?
Si por esas cosas de la vida, en el envase se ha borrado la fecha de caducidad, o en el mismo huevo no se distingue, no hace falta que ante la duda los tires todos.
Existe un truco de toda la vida que es 100% fiable:
- Introduce los huevos en un bol grande lleno de agua.
- Los huevos que se vayan al fondo del bol son frescos.
- Los que se queden flotando, a la basura.
Para que este truco funcione, asegúrate de que el bol sea lo bastante profundo como para diferenciar los huevos que se hunden y los que flotan.
Los tomatitos cherry: tan cuquis y tan j*didos de cortar

¡Qué ricos los tomatitos cherrys! Quedan súper bien en ensaladas y aperitivos, eso sí, cortaditos por la mitad.
Pero ahí viene el problema: si tienes mucha cantidad, te puedes estar media vida cortando los tomatitos uno por uno. Vamos, que cuando acabas ya no tienes ganas de preparar ni la ensalada, ni el aperitivo, ni nada.
La próxima vez prueba esto:
- Coge unos cuantos tomatitos.
- Colócalos en fila bajo tu mano o de una tapa de táper y presionalos con suavidad contra la tabla de cortar.
- Con cuidado, pasa un cuchillo afilado a través de todos ellos.
Verás cómo los cortas perfectamente de una vez y en menos que canta un gallo.
Freír y no quemarse, esa es la cuestión
No hace falta que cada vez que frías o hagas algo a la plancha te protejas con un escudo antidisturbios.

El primer consejo es que, si por ejemplo vas a hacer pescado a la plancha, lo seques muy bien con papel de cocina antes de echarlo en la sartén. ¿Por qué? Pues porque el aceite salta al entrar en contacto con el agua de los alimentos.
Así ya tienes una manera fácil de evitar salpicaduras, además de que el pescado (o cualquier carne) te quedará más crujiente.
Pero el truco que te va a servir para freír cualquier cosa sin miedo a quemarte es este:
- Calienta el aceite en la sartén como haces normalmente.
- Cuando esté bien caliente y antes de introducir los alimentos, echa un puñadito de sal.
- Fríe tranquilamente sin miedo a salpicaduras.
El secreto es que la sal absorbe el agua que puedan tener los alimentos y así se evita que el aceite salte.
Ábrete Sésamo
¿Por qué serán algunos botes de legumbres tan difíciles de abrir?
¡Cuidado! Ni se te ocurra meter un cuchillo bajo la tapa que te puedes llevar un dedo y la liamos.
Mejor, prueba este truquillo:
- Colócalo en una superficie plana.
- Coge una goma elástica (sí, la típica “goma de pollo”).
- Ata la goma alrededor del frasco.
- Verás cómo lo abres casi sin darte cuenta.
Una alternativa a la goma elástica es ponerte unos guantes quirúrgicos. El tema es utilizar algo que impida que nuestras manos resbalen.
Ya está abierto el bote, ¿y ahora qué?

No, si entre unas cosas y otras parece que las conserveras se han propuesto que no comamos legumbres.
Con lo que te ha costado abrir el bote (si no has aplicado el truco anterior claro), ahora resulta que no hay manera de que salgan del frasco. Ni agitando, ni con un cuchillo, nada…
¿Qué hacer?
- Destapa el frasco.
- Introdúcelo unos segundos en el microondas.
- ¡Tachán! Salen solitass.
También puedes hacer lo mismo pero metiendo el frasco al baño maría. La cuestión es que, al aplicar calor, el líquido de la conserva se hace más fluido y las legumbres “se aflojan”.
Descongelación express
Congelar el pan es de lo más práctico que puedes hacer para disfrutarlo sin tener que comprarlo cada día.
Pero cómo vamos por la vida “como pollo sin cabeza”, suele pasar que no nos acordamos de sacarlo del congelador, y cuando llega la hora del desayuno o de preparar el bocata, en vez de una barra tienes un ladrillo.
¡Me cago en…!
No, no vayas corriendo a la panadería ni te quedes sin desayunar, mejor prueba esto:

- Saca el pan del congelador.
- Lo envuelves en un trapo fino o en papel de cocina.
- Lo introduces en el microondas junto a un vaso de agua.
- Enciende el micro a máxima potencia durante unos 15 segundos.
- Comprueba si el pan está descongelado, sobre todo fíjate en la parte central de la miga.
- Si no, dale unos segunditos más. Vigila de no pasarte con el tiempo o se te quedará con la textura de un chicle.
- Puedes usar la hogaza tal cual o darle un último toque en el horno o tostadora para que te quede crujiente y como recién hecho.
Es verdad que siempre te va a quedar mejor si lo sacas con antelación suficiente para que se descongele solo, pero este truco te saca del apuro en pocos segundos.
Estoy segura de que los trucos que te acabo de contar te van a facilitar mucho la vida en la cocina.
Ya ves que no hace falta gastar ni un céntimo ni hacer experimentos raros. Y a cambio te ahorrarás tiempo, esfuerzo y dinerito en tonterías que no solo sirven para que gastes dinerito.
Pruébalos todos, y si conoces alguno de este tipo, dejamelo en los comentarios. Prometo probarlo, y si funciona, lo incluyo en la lista.